viernes, 1 de abril de 2011

EL ARCHIDUQUE LUIS SALVADOR DE AUSTRIA.-



Luis Salvador, María, José, Juan Bautista, Domingo, Raniero Fernando, Carlos, Zanobio, Antonio de Habsburgo-Lorena y de Borbón (así se llamaba), llegó por primera vez a Mallorca en 1867. Durante el último tercio del siglo XIX adquirió numerosas fincas mallorquinas, fascinado por el paisaje de la isla, la inmensidad del mar y la Serra de Tramuntana. En 1872 compró la sin igual posesión de Miramar en Valldemossa. Esta finca se convirtió en el centro de todas sus posesiones y allí recibía a todas sus visitas a las cuales se les ha considerado como los primeros turistas de Mallorca. Su prima Sissi, la emperatriz de Austria, compartió su amor por la naturaleza de las islas. Enamorado de Mallorca, invitó a Miramar a toda la aristocracia de su tiempo, comenzando por su madre la Gran Duquesa de Toscana, a la Princesa Estefanía, viuda del Príncipe Rodolfo, a la Infanta de España  Isabel Francisca de Asís de Borbón “La Chata”, al Gran Duque Waldimiro de Rusia, hermano del Zar, etc.etc. También acostumbraba invitar a gente de la cultura y las artes (escritores, pintores, poetas, artistas, etc.). Después de comprar Miramar, se dedicó a la adquisición de posesiones como S’Estaca en los alrededores de Valldemossa y Son Marroig, en el término de Deyá, que reformó realizando ampliaciones al estilo italiano. Edificó en un extremo del jardín un pequeño templo neoclásico de mármol de Carrara, desde donde se denomina la punta de Sa Foradada. Su Notario habitual era Cayetano Socías y Bas y en sus protocolos de los años 1872 a 1889 figuran los contratos de compraventa, cartas de pago, poderes, etc. que el Archiduque realizó durante su estancia mallorquina. Su apoderado, el abogado mallorquín Francisco Manuel de los Herreros, fue el encargado de realizar la mayoría de las operaciones en su nombre.

Con el transcurrir de los años, las personas y las entidades más representativas de su tiempo, así como organismos oficiales y corporaciones académicas, quisieron rendir homenaje a su destacada labor en el campo de la cultura, las artes y la sociedad en general. Así, en 1883, fue nombrado Académico Honorario de la Academia Provincial de Bellas Artes de Palma de Mallorca y en 1887 la Diputación Provincial le nombró hijo adoptivo de esta provincia. En 1909 la Sociedad para el Fomento de Turismo de Mallorca le nombró Presidente Honorario y un año más tarde el Ayuntamiento de Palma le proclamó Hijo Ilustre, al igual que la ciudad de Sóller en 1913. Murió en el castillo de Brandais (Austria), habiendo nombrado en su testamento como heredero universal de todos los bienes que poseía en la isla, al mallorquín Antonio Vives Colom (secretario personal, colaborador y hombre de confianza que le acompañó desde 1872 hasta su muerte) y a sus hijos.

Entre sus múltiples publicaciones destaca Die Balearen in Wort und Bild, monumental obra que consta de varios tomos, en la que describe de forma excepcional toda la magnificencia de nuestro archipiélago, obra que ha sido traducida a varios idiomas.

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