viernes, 27 de abril de 2012

UN BODRIO CON LANZA.

Cuantas veces hemos pasado por delante de ese bodrio que se halla en la rotonda al lado de Carrefour. Siempre lo hemos mirado con estrañeza y cierto estupor. Nos preguntábamos que podría significar esa horrorosa figura con una lanza. Ahora lo hemos averiguado.

Se llama “El guardià dels vents del nord” y su autor es el Pollençí Joan Bènnássar. Hemos querido averiguar un poquito más sobre la estatua y su creador y hemos sabido que, Joan Bennàssar, se define a sí mismo en su blog comouno de los artistas más destacados de la pintura española contemporánea. Pintor y escultor, su carrera artística se inició de muy joven y ha ido siempre paralela a los lenguajes de su tiempo.


La pintura de este artista ha alternado la figuración y la abstracción. Hoy, sin embargo, llegado a una envidiable madurez creativa, ha conseguido construir un mundo propio, personal, único… Y esto sólo está al alcance de los grandes. Un mundo mítico, mágico, genial, donde la figura humana es la protagonista, en el que el pintor va a la búsqueda de la belleza absoluta, una belleza física, plástica, pero también espiritual.


Joan Bennàssar ha expuesto en las más importantes galerías de España, pero también en Estados Unidos, Alemania, Francia, México, Inglaterra, Italia y Costa Rica. Y formó parte durante años de la nómina de artistas de la Galería Maeght, para la que trabajó gente como Miró, Picasso, Matisse, Chagal o Braque. Su obra está en los principales museos y varias esculturas adornan las calles de Barcelona y Mallorca. Hoy vive en Pollença, en la calma de la Sierra de Tramontana mallorquina, desde donde crea una obra internacional y universal”.
En otro Blog leemos que “Joan Bennàssar nació en 1950 en Pollença y desde pequeño ya quiso dedicarse a la pintura. Estudió Bellas artes en la Universidad de Barcelona y manifiesta, que lo que realmente le interesa es la política de oposición franquista a la que se dedica hasta 1975 en que pierde el interés y se dedica de nuevo a la pintura, pasando temporadas en Inglaterra y Pollença hasta que se instala definitivamente en Barcelona. En 1985 reside unos meses en México, estancia que influye en su pintura en cuanto a los colores y lo aleja de la figura humana, centrándose en las cosas y objetos que le rodean. Desde entonces alterna la presencia y ausencia de la figura en su obra. Actualmente vive y trabaja en Pollença.
Ha expuesto entre otros países en España, Alemania, Suiza, Francia, Inglaterra, Costa Rica y Japón. También es abundante su producción escultórica y cerámica”.
Volviendo a la estatua que nos ocupa, Bennàssar la creó en 1998 con motivo de la Universiada. Pertenece a la serie “Universiada 99” y estuvo durante un tiempo expuesta en Sa Faixina hasta que la trasladaron (no nos extraña) a la rotonda actual a la salida del centro comercial que hemos mencionado.
El material que empleó es hormigón y hierro. Hemos leído que la alta figura (estrecha vista de frente y amplia con joroba vista de perfil) sosteniendo una especie de lanza, está hecha de esta forma  porque “La estrechez en su frontis y la amplitud en su perfil se debe a la forma “aerodinámica” que tiene, porque se enfrenta a los vientos”. ¿?.
Pues bueno, que por saber nada quede. No dudamos que el amplísimo currículum de exposiciones que ha realizado Bennàssar le avalan como excelente pintor, escultor y ceramista. Pero un fallo lo puede tener cualquiera ¿no?, porque no todo lo horroroso es arte, ¿o sí?. Nosotros en nuestra modesta opinión y habiendo leído lo expuesto, pensamos que quizás, con motivo de la Universiada, Bennàssar quiso hacer la figura del clásico atleta griego lanzador de jabalina y le salió el bodrio que le salió. Porque mira que está mal hecha la figura ¿eh?. Buscar el nombre del “guardià del vents del Nord” se nos antoja que le debió costar más tiempo al autor que hacer la propia figura. Si se quería referir al dios mitológico Eolo, como guardián del viento, hasta podría considerarse como un insulto. No lo creemos. Lo que sí creemos que una obra que ha salido mal, no tiene que ser expuesta.
En fin, a ver si el viento le puede alguna vez y lo tumba algún día para que no se vuelva a levantar. Sa “bubota”, el nombre con el que algunos niños lo tienen bautizado, no merece estar en ningún sitio público.
Es muy curioso ver con que pulcritud realiza Joan Bennàssar sus obras. Hasta las pisotea incluso con suma delicadeza. Vean, vean, que curioso.

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