lunes, 6 de junio de 2016

GARBIÑE MUGURUZA.


Acaba de ser la segunda española que triunfa en París al ganar la final de Roland Garros a la nº 1 Serena Williams consagrándose a sus 22 años como la segunda en la WTA.

Garbiñe rompe todos los estereotipos de las jugadoras de tenis españolas que hasta la fecha habían competido en la élite mundial. Alta (1,83) guapa, coqueta y con un físico atlético impresionante, Garbiñe está llamada a marcar una época en el tenis español.

Hija de padre vasco y madre venezolana, nació en Guatire (Venezuela) el 8 de octubre de 1993. A los 6 años la familia cambió su residencia trasladándose a España, más concretamente a la ciudad Condal. Ya desde los 3 años, en Venezuela, acudía con sus padres cada fin de semana a un club de tenis donde comenzó a dar sus primeros raquetazos.

Una vez en España sus padres la inscribieron en la Academia Burguera de Barcelona, bajo la tutela de Alejo Mancisidor, ese veterano del tenis español que ha permaneció con ella hasta Agosto del año pasado, enseñándola, moldeando su adolescencia, puliendo sus defectos y viendo como Garbiñe iba adquiriendo cada vez más soltura en las pistas de tenis hasta convertirse en una de las mejores jugadoras de la WTA, hasta que esta relación se rompió después del Us Open del 2015.

Los motivos nunca se explicaron en profundidad: el fuerte carácter de Garbiñe, su ambición, sus enfados, su rebeldía…la cuestión es que Muguruza contrató a Sam Sumyk que ha sido quien le ha llevado a ganar el Grand Slam de Roland Garros.

La doble nacionalidad que ostenta Garbiñe demuestra lo difícil que ha sido para ella decidirse a competir defendiendo los colores de un país u otro. Ella ha reconocido que era elegir entre su padre o su madre.

La proximidad de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro la obligaron a tenerse que decidir, optando finalmente por defender los colores de España.

Fue la final de Wimbledon en Julio del 2015, la que encumbró definitivamente a Muguruza en la élite del tenis mundial. La final jugada contra Serena en la pista de hierba, fue elogiada por todos los medios y público en general. Esta final cambió para siempre su vida. 

Después del Abierto de Estados Unidos se marchó a realizar la gira asiática logrando el mayor triunfo que hasta la fecha había logrado: el Torneo de Pekín.

Y ahora, en el 2016, después de unos inicios titubeantes, se ha proclamado vencedora de Roland Garros, su primer Grand Slam.

Garbiñe está en el mejor momento de su carrera y los expertos están convencidos que puede superar el palmarés de Arantxa Sánchez-Vicario a poco que pueda dominar su cabeza. 

La psicología ha sido hasta la fecha su asignatura pendiente. La presión no la afecta pero a veces pierde partidos con rivales mucho más flojas que ella en torneos menos importantes. La mentalización es fundamental en el deporte y ella, fiel admiradora de Rafa Nadal, lo sabe, y a buen seguro que su equipo está trabajando para llegar a dominar esta faceta, importantísima en el deporte de élite, y más ella que ha demostrado que puede aspirar a la victoria en cualquier superficie, algo muy difícil de conseguir en tenis.

Para las marcas de moda Garbiñe se ha convertido en un diamante en bruto que todas quieren pulir. 

A ella le encanta el mundo de la moda (en la actualidad viste la marca “Stella McCartney” fuera de las pìstas).

Se siente cómoda delante de las cámaras, le gusta calzar tacones, vestir vestidos cortos, ajustados, luciendo sus largas piernas…aunque sabe que este mundo va ligado a los triunfos en el tenis.
Domina las redes sociales como la que más, clave en estos tiempos para que cualquier deportista gane notoriedad. Tiene más de 300.000 usuarios que la siguen en su Facebook i le encanta mostrar en You Tube e Instagram sus aficiones, música, bailes, entrenamientos, etc.
Se declara golosa confesa teniéndose que frenar ante los dulces para no cometer excesos.
La música es otra de sus pasiones. Le encanta “David Guetta” cuyos temas escucha antes de salir a la cancha. Ha confesado que tiene como despertador la canción “Entre dos aguas” de Paco de Lucía.
Le encanta viajar pero de forma libre, entre torneo y torneo, porque lo que peor lleva es el duro circuito de tenis donde, eso sí, viaja, pero enconsertada en la soledad que le acompaña.
Sus patrocinadores actuales son Adidas (prendas que viste en las pistas) Babolat y BBVA (la primera marca que apostó por ella antes incluso que comenzara a despuntar) habiéndose convertido en la primera embajadora del banco a nivel mundial.
Jugadora habitual en dobles con Carla Suárez donde consiguieron juntas varios éxitos, han reducido su participación de común acuerdo para centrarse ambas en el juego individual. No obstante, es posible verlas en los Juegos Olímpicos de Río así como también ver a Muguruza jugando el mixto con Rafa Nadal.
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Recientemente Garbiñe ha cambiado su residencia de Barcelona a Ginebra. Allí, en Suiza,  se ha trasladado con su madre, aunque ella vive sola. Reconoce que es un “buen sitio para entrenar”…

Será por esto. 

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