lunes, 12 de diciembre de 2016

EL TAMBORERS DE LA SALA.




De niño siempre me llamaba la atención el grupo de tamborers que iban en las procesiones del Corpus, en Semana Santa, en las Cabalgatas de los Reyes, en la fiesta de “L’Estandart” y en alguna que otra festividad local como “Les Beneïdes de Sant Antoni”, por su vestimenta y solemnidad; una vestimenta que data del año 1824, cuando el Marqués del Palmer, regidor del Ayuntamiento de Palma propusiera al Consistorio designar una comisión para aprobar el diseño de un nuevo uniforme que se basó en el boceto que realizó el pintor oficial municipal, Pere A.Umbert y que describe Muntaner Bujosa de la siguiente manera: “Pechera blanca con chorrera; chaleco y calzones cortos de paño rojo con banda azul. Holgado chabán azul, también de paño, con chatarreras, bocamangas y una banda en los extremos de la prenda también rojas; cintas del mismo color cubren las costuras. Medias rojas y zapatos bajos negros; gorra o boina azul con cintas radiales rojas”...” y el tamborer major lleva medias blancas, casaca de paño azul oscuro con galones dorados, y se cubre la cabeza con un bicornio. Como insignia de su cargo lleva un largo y grueso bastón rematado con un gran pomo de metal”. 


Ese es el uniforme de gala que los tamborers lucen desde entonces en todas sus salidas.


Esta formación, de origen medieval, es una de las formaciones más antiguas de Europa, juntamente con los “Blavets” de Lluc y ha estado siempre ligada históricamente a ceremonias políticas, civiles y religiosas organizadas por el Consistorio palmesano.

No es de extrañar pues, que con tanta antigüedad, algunos poetas como Pere d’Alcàntara Penya los mencione en algunos de sus poemas como en “Sa Colcada”, que Miquela Lladó suele recitar cada año en la Fiesta de “L’Estandart” en la plaza de Cort

-“ Per aquí mateix, i amb ells
anaven vestits de gala
els tamborers de la Sala,
macers, mestres i virells,
i hi anaven els Jurats
amb les gramelles i els rissos,
curials i sobreposats,
el Regiments dels Suïssos,
i el Duc vestit de Virrei
amb senyors de sa oficina.
- Vestit com el Rei, padrina?
Vestit com el Rei? ...”

y que una estatuilla de un tamborer, sea también el galardón que el Ayuntamiento de Palma regala cada año al pregonero de la Fiesta de la Conquista.

Pero ¿cuáles son sus orígenes?.  Xavier Carbonell  dice que els “Tamborers de la Sala” se creó como una entidad ciudadana estable en el siglo XVI, y que existen muchos testimonios documentales en esos años que hablan de tambores y tamborers que participaban en actos públicos civiles.

Fue en 1529, según el cronista Juan Muntaner, cuando aparecieron en las “Instrucciones de Cerimonial” redactadas por Miquel Malferit (que era por aquél entonces el maestro de ceremonias de los Jurados de la ciudad), las primeras reseñas que hacían mención a la existencia de un “conjunto municipal” de dos tamborers que eran nombrados por los Jurados. Más adelante, en 1589,  se hallaron también escritos donde figuran ya nombres concretos de nombramientos de tamborers que, como dato curioso, debían aportar sus propios instrumentos.


Así lo corrobora también Bartomeu Bestard, cronista de la ciudad,  al señalar que el origen dels tamborers de la Sala debe buscarse en las antiguas milicias medievales, época en que defendían la Isla els “homes d’armes”, es decir, todos los varones capaces de empuñar un arma –como el modelo del ejército suizo, diríamos hoy en dia-. Estos milicianos, se articulaban a partir de compañías, que únicamente se convocaban en caso de necesidad.


En el siglo XVII, en 1601 más concretamente, la llamada “Banda de tambores” del Consistorio palmesano inicia una reorganización y se crea el cargo de “Tamborer Major” y posteriormente el de “Tamborer Mestre” que era el que se encargaba de la enseñanza de las tocatas.


La labor de los tamborers consistia antiguamente en acompañar a los Jurados, publicar pregones, participar en los desfiles y actos de la fiesta de la Conquista e integrarse en las procesiones y cortejos festivos de caràcter excepcional, permitiéndoseles también poder entrar en la Catedral percutiendo sus tambores desfilando sonoramente por las naves del templo hasta la puerta del coro.


El número de los componentes del grupo ha ido variando con el paso tiempo. De los dos músicos de orígen, a un número superior a cuatro en el siglo XVII; ocho entre 1759 y 1769; cinco en 1849; siete en el 1900; nueve en 1968 hasta quedar en los 8 de la actualidad.


La “reglamentación” del grupo data del 22 de noviembre de 1759, cuando se aprobó el “Nuevo arancel de los salarios y gastos de la Ciudad” donde figuran las remuneraciones anuales asignadas a los tamborers y donde se estipula el número de ocho componentes, así como las obligaciones de la agrupación.


J.Massot y también A.Noguera constataron hace más de 100 años que uno de los perfiles del conjunto percusionista ciudadano eran sus particulares toques o diseños rítmicos, todos antiquísimos,  definiéndolos como muy raros y difíciles de retener: “Els tamborers de la Sala han d’haver estudiat set anys devall terra” dijo el folklorista J.Massot. Los tamborers realizaban tocatas diferentes según requería cada ocasión.


El redoble, era como un toque de atención y se utilizaba a la hora de pregonar los bandos de la Alcaldía, la Santa Bula, etc. 

Otra tocata era la Marcha de Comitiva tal como escuchamos hoy en las grandes solemnidades civiles y religiosas junto a la Corporación municipal. El repertorio lo completaban con la Marcha militar y una lenta Marcha fúnebre.

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En 1980, Pep Toni Rubio y Josep Rotger reorganizaron la antigua formación reincorporándose al grupo. 


Hoy el Tamborer Major es Juan Berga Cifre, más conocido como el ilusionista “Joanet de Sa Calatrava”. El, delante con su vara como siempre, y detrás siete jóvenes tamborers, también como casi siempre, continúan con la antiquísima tradición. 


Y que dure.
Corporación municipal en dia festivo (Foto "Die Balearen")




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