Este teatro, de estilo
modernista, existió en lo que hoy es “S’Hort del Rei” en la Plaza de la Reina de
Palma, desde el año 1902 hasta 1968, que fue derribado juntamente con el Hotel
Alhambra y el Cuartel de Caballería para liberar una parte de la muralla y
crear el espacio antes mencionado.
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| Josep Tous i Ferrer |
El promotor y primer
propietario fue el empresario Josep Tous i Ferrer (Palma 1859-1950), fundador
del diario “Ultima Hora” y por aquél entonces promotor cultural, principal
impulsor del Salón Beethoven que reunió buena parte de la vida artística y
cultural de la ciudad de Palma en el primer tercio del siglo XX y que también
fue propietario del Teatro Balear, Progreso, Born y del Coliseo Balear (1929).
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| Gaspar Bennazar |
Josep Tous consiguió la
concesión de los terrenos del actual S’Hort del Rei y encargó a los arquitectos
Gaspar Bennazar y Jaume Alenyà el proyecto para su construcción.
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| Jaume Alenyà |
Estos dos
arquitectos realizaron posteriormente también de forma conjunta varios proyectos importantes en Palma como el
edificio de “Sa Nostra”, el edificio de los almacenes “El Aguila”, “Can Maneu”…
por poner algunos ejemplos.
Al Teatro Lírico lo
ubicaron en la antigua Calle de la Marina (ahora Antonio Maura), en el mismo
lugar donde 25 años antes se había construido un teatro con una especie de
carpa de madera que se hallaba medio derruido al que llamaban el “Teatro Circo Balear”.
Las obras, a base de
hierro y piedra, en las que participaron el pintor Pedro Cáffaro y los
escenógrafos Ferran Estada, Miguel Sarmiento y Pere Llorenç, comenzaron el 11
de septiembre de 1900 y duraron poco más de un año.
Tenía un aforo para
2.800 personas con el patio de butacas para 500 personas que se podía
desmontar para realizar funciones de circo y otros espectáculos.
Los palcos, antepalcos y
gallinero, albergaban al resto de espectadores, lo que permitía la asistencia
de toda clase de gente desde los más pudientes a los más humildes.
Se inauguró el 1 de
febrero de 1902 con la ópera “La Bohème” de Pucini, la misma obra que se
interpretó en su clausura el 2 de Noviembre de 1967.
Durante los 65 años de
su existencia, el Lírico acogió espectáculos de ópera, zarzuela, revista, circo
y cine.
La programación de
espectáculos en sus comienzos estaban dedicados a las temporadas de ópera,
zarzuela y dos de teatro que competían con las obras ofrecidas por el vecino
Teatro Principal.
Más adelante,
concretamente en 1910, las proyecciones de cine pasaron a ser fijas.
En 1968 se derribó.
Cuantas veces asistimos
a proyecciones de cine como “Los Diez Mandamientos”, “Barrabás”, etc.etc. en
aquellos escalones de madera arriba del todo, sin respaldo alguno y llenos de
cáscaras de pipas, al que llamábamos “gallinero”… ¡Qué recueros!.
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